Tres hechos aislados han llamado la atención en los últimos días donde vecinos del distrito nuevejulienses se han encentrados involucrados en hechos de los que fueron parte y se anotician ante citas de fiscalías o Jueces de Falta de otras jurisdicciones.
Recientemente la policía advertía que una adolescente de 17 años se defendió del ataque para robarle de dos jóvenes que a bordo de una moto intentaron asaltarla en Avellaneda y Tomás Cosentino. Ambos aprehendidos eran de Merlo.
Al mismo tiempo, en Alberti la policía apresó a dos personas del mismo distrito del Gran Buenos Aires, por robo y comercialización de droga.
En Nueve de Julio los casos han sido – hay que esperar que se trate de hechos aislados y no que aumenten – que se han perdido las patentes de las motos y aparecieron en otras dos ruedas usadas para fines ‘non sanctos’.
Veamos. A fines del año pasado un nuevejuliense perdió el dominio de su moto. En realidad cuando se observa detenidamente, se la arrancaron. El señor la dio por extraviada y un buen día recibe de un Juzgado de Faltas de Belén de Escobar, fotos de por medio, que había pasado un cruce de calles, en luz roja. La fotografía e imágenes de las cámaras de seguridad ayudaron a determinar que la moto objeto de la infracción no era la suya. Se tuvo que movilizar para el descargo y adjuntar todas las evidencias que no había saludo de Nueve de Julio. La multa ascendía a $ 6.700.
Es decir, la patente ‘extraviada’ en algún lugar de la ciudad fue usada, por lo menos para una infracción. Cuál es la razón de haberla colocado en moto ajena. Las sospechas ahora tendrá que debelarlas la Policía de Escobar.
Algo similar le sucedió a otro vecino, pero este tuvo que viajar a Morón. La citación de una Unidad Funcional de Instrucción era porque su ‘moto’ apareció, en videos de cámara de seguridad en un arrebato. La presentación con toda la documentación y motos distintas desligó al vecino que tuvo ‘cierto dolor de cabeza’ gastos incluidos para demostrar que no era él el involucrado, ni su moto. Ahora, la pesquisa está direccionada a las dos ruedas. El dominio de esa moto es de un señor de Nueve de Julio que lo había extraviado.
El tercer suceso – todos entre enero y marzo – tiene por protagonista a una joven mujer que usa su moto para ir a trabajar. Usa casco, es prolija, la cuida, es responsable en su andar y siempre lo hace solo, ya que se desplaza para su asistencia al trabajo y regresar a su casas a atender a su familia. Tampoco la presta. De ese estacionamiento público- otro sitio no ve – ‘extravió la patente’. Fue citada de una Unidad Funcional de Instrucción de Lomas de Zamora. Demostrar que nunca había ido a Lomas en moto le fue más sencillo porque había denunciado ese extravío y el día del delito que se investiga y que la tenía en la sospecha – por el dominio de la moto- estaba trabajando y lo pudo acreditar por la labor que desarrolla.
Es decir, desde Nueve de Julio hay quienes están al asecho para que patentes se ‘extravían’ y las mandan al Gran Buenos Aires para que se usen en otras dos ruedas o visitantes circunstanciales de esas localizaciones al arribar a la ciudad están ‘a la pesca’ de robar patentes y llevarlas para esos fines.
Lo cierto es que un ‘extravío’ de dominio de moto, se ha convertido en tres casos con conductas ni queridas, ni pensadas por los dueños de sus motos, las cuales tampoco había salido de la ciudad.
Que las modalidades delictivas del Gran Buenos Aires, no se trasladen. Estar atentos!
Agencia MTR