Durante el Ciclo ‘Salud Mental Comunitaria’ que se irradia por las Estaciones Cadena Nueve y Máxima, la psicóloga Laura Oliverio trata temas de interés general para la comunidad y las problemáticas individuales, cuando así lo requiere el tema.
Este esta edición refirió que ‘Los días de lluvia son propicios para los refranes’. En ese sentido señaló que hay mensajes que como pauta cultural se van transmitiendo de generación en generación, se hacen costumbre y no se pueden borrar. Las cosas se hacen de determinada manera’ no se indaga sobre el origen o certeza y se mantienen como verdaderas.
La profesional contó que durante tres generaciones una familia al cocinar un peceto, antes de ponerlo en la fuente o cacerola de cocción, recortaba las puntas. Cierto día un hijo le pregunta a la madre, la razón. Este le refiere que era por la buena suerte, y le comenta que la abuela le podrá dar más información. Consultada la ‘nota’, le menciona que no sabe porque la familia ha adoptado esa costumbre, pero que hable con su mama. La señora anciana, lúcida es requerida por la bisnieta. La mujer le cuenta que llegaron en el marco de corrientes migratorias, y que el recipiente de cocina era chico, por lo que era necesario hacer esos cortes para que entre en la cacerola y así poder cocinarlo.
La ausencia de verdad daba cualquier interpretación a un determinado hecho. ‘Hay infinidad de cosas que se hacen sin pensar y no se permiten indagar por comodidad o costumbres y se siguen haciendo.
Tras ello, Lara Oliverio expuso dos refranes populares que son contradictorios, ‘No por mucho madrugar se amanece más temprano’; y ‘Al que madruga Dios lo ayuda’. ‘Lo repetimos como cierto y no se ha analizado en su contenido’. ‘Pongámonos de acuerdo, con cual nos quedamos. Están condicionados al reloj biológico.
‘En boca cerrada no entran moscas’. ‘Es lo contrario a lo que recomendamos los psicólogos’. Es importante que se exprese lo que se siete, de manera prudente, ya que es parte del desarrollo de cada persona.
‘Más vale conocido que bueno por conocer’, es otro refrán que debe ser revisado ya que la sociedad evoluciona de la mano de la tecnología y hacia ello debemos adaptarnos y modificar conductas. El ejemplo más concreto es la forma en que se transmite la enseñanza y los cambios en las escuelas.
Este refrán no va con la tecnología que día a día ‘nos hace aportes importantes y nos tenemos que adaptar a ella ya que convive con nosotros’. Eso cambios permiten descubrir cosas buenas y trascendentes que nos ayudan en el diario vivir. En ese sentido, puso el ejemplo, en las personas mayores, la comunicación en los grupos de WhatsApp como se les ha cambiado la vida.
L a profesional resaltó la importancia de revisar conceptos, refranes o conductas que se tiene como verdades y al ponerlas a andar se desvanecen con la realidad. Hay que animarse a aceptar esas transformaciones ya que permiten crecer mejor.
Agencia MTR