Las escasas lluvias preocupan a los productores ya que observan campos con sequía.
Las precipitaciones se cortaron en noviembre y pese a la formación de tormentas y anuncios de precipitaciones, el agua ha caído en distritos aledaños con escasez..
Los productores tenían expectativas en el pronóstico de lluvias de la semana pasada, pero lo cierto es que no alcanzaron. El 70% de la provincia de Buenos Aires recibió menos de 30 milímetros (mm) de lluvia promedio el fin de semana.
El fenómeno se extiende de norte a sur de la provincia, y del centro hacia el oeste, donde las precipitaciones están muy por debajo de la media anual para esta época del año. Un relevamiento realizado por la Sociedad Rural de 25 de Mayo dio cuenta que el último bimestre de 2017 fue el segundo más seco de la historia después del de 1956 si se lo compara con el mismo periodo.
El pronóstico para febrero es similar y se aguarda aún más sequía. A raíz de esta situación, los maíces ya sufren una pérdida en los rindes de entre el 30% y 40% y hay incertidumbre sobre los cultivos de segunda,
Es que con las altas temperaturas y los vientos fuertes de esta época del año, la evaporación consume un promedio de 10 mm de agua por día, por lo que una lluvia de 20 o 30 mm no tiene mayor impacto sobre los cultivos.
Los productores coincidieron en que las precipitaciones de verano tienen un comportamiento “dispar” incluso en campos a pocos kilómetros de distancia entre sí.
Las lluvias erráticas seguirán preocupando a los productores que no ven caer agua para bien de sus cultivos y apaciguar el calor sofocante.
Agencia MTR