Que el rol de padres está desnaturalizado se vivió en las últimas horas de anoche en pleno centro de Nueve de Julio.
Un menor de 14 años al volante de una camioneta de alta gama de origen japonés circulaba alrededor de Plaza Belgrano a partir de las 22.30 hs. Su conducta no pasó desapercibida. Comenzó a hacer picadas en las dos calles y dos avenidas que trazan el paseo, y cuando el semáforo lo habilitaba, la curva las doblaba a alta velocidad. Advertida la policía ya que llamaba mucho la atención, uniformados, con precaución y profesionalismo lograron detenerlo.
Tras ello tuvieron dos sorpresas. La primera fue que el adolescente de ‘las hazañas de manejo’ tenía 14 años. La segunda, cuando ya en la Estación de Policía se convoca al padre para anoticiarlo.
El adulto lejos de vergüenza por lo hecho por su hijo, se ofuscó e increpó a la policía. Todos quedaron atónitos en la seccional. Jamás esperaban reacción desmedida por la infracción del adolescente, con consentimiento de su progenitor y que éste se enojase por los límites impuestos por la autoridad.
El episodio además de asombrar pone en el tapete un fenómeno sociológico de tal magnitud que deberá ser tratado fuera de los límites policiales y contravencionales. Será tema de la sociedad, quien a través de los representantes de la comunidad en su conjunto deberá a empezar a involucrarse a los fines de, entre todos, encontrar el camino de equilibrio más allá de lo legislativo. El de la convivencia armónica, respeto a las autoridades, apego a la ley y límites a los menores.
El hecho abre un debate que deberá ser abordado con responsabilidad e inmediatez, incluido el padre, madre y mayores que piensan que el proceder del menor y adulto es correcto.
Que nadie se escandalice, a tratar la problemática con prudencia y tiempo. A mitad de año, se implementa la obligatoriedad del uso del casco en moto junto con la chaqueta que lleve el dominio y solo dos ocupantes podrán circular con ambas inscripciones. Los colectivos diarios en dos ruedas, sin luces, sin casco y sin dominio, y menores al volante, están tolerados (y hasta aceptados) por la sociedad en su conjunto. Ahora, viene el freno!…A prepararse!
Agencia MTR