sábado, mayo 18, 2024
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En la Catedral nuevejuliense se recordó a Eduardo Pironio a 19 años de su deceso

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Una Catedral nuevejuliense colmada de feligreses, muchos de ellos familiares y conocidos de Eduardo Pironio – el convecino que más lejos llevó a la ciudad, ya que instaló su ser de Nueve de Julio en el Vaticano-, rezó esta noche por su Beatificación, declaración oficial por parte del Papa de la ‘ejemplaridad cristiana de su vida’, por lo que se autorizará su culto en la Iglesia católica en determinados actos, celebraciones  o lugares.

Fue al cumplirse este domingo 5 de febrero el 19 aniversario de su retorno a la Casa del Padre (falleció en Roma en 1998), con una Misa encabezada por el Obispo de la Diócesis Santo Domingo, Monseñor Ariel Torrado Mosconi. Recordemos que sus restos están en la Basílica de Luján en un Altar especial, a la izquierda de la nave central, desde su ingreso en el camino hacia la Virgen, y a casi un año- 11 de marzo – de la fase diocesana de Beatificacion y Canonizacion.

El celebrante, en el inicio de la misa recordó que era por Cardenal Pironio. ‘En esta Catedral se bautizó en 1920 y aquí dio su primera celebración al ordenarse de sacerdote en 1943’, señaló.

Durante la homilía el Obispo resaltó que se debe vivir dando sal a la tierra, es decir, con compromiso, entusiasmo, ya que Dios nos da la luz para hacerlo. Tras ello recordó enseñanzas del sacerdote camino a la Beatificación. De Cardenal Eduardo Pironio resaltó que siempre pedía que tengamos ‘Esperanza y Alegría’.   La esperanza exige fortaleza: para superar las dificultades, y la alegría surge del testimonio del amor en Jesús, que permite que las cosas se hagan con alegría por saber de tener siempre a Dios.

“Se ha dicho de él que ha sido un profeta de nuestro tiempo, un profeta de la esperanza y de la alegría. Estos fueron uno de los temas más queridos de su espiritualidad y de su reflexión teológica, de su enseñanza pastoral y de su mismo testimonio de vida… La alegría y la esperanza son, precisamente, esa sal y esa luz que el mundo actual necesita y espera hoy de los creyentes”, enfatizó.

Asimismo recordó la importancia de su trabajo pastoral en pro de los jóvenes. Mencionó que sin duda esa pasión por ellos ha sido la que llevó hace 30 años a que San Juan Pablo II realice en nuestra patria la Primera Jornada Mundial de los Jóvenes fuera de Roma.

Finalmente exhortó a los nuevejulienses a sentirse orgullosos de que “un hombre de nuestro pago vaya camino a los altares y que nos debemos comprometer cada vez más a la oración, a la promoción del conocimiento de su persona, y a hacer presente la riqueza de su legado espiritual”.

‘Voy a referir palabras de Cardenal Pironio’ dijo Monseñor Ariel Torrado Mosconi, por lo tanto, ‘solo pondré la voz para recordarlas’.

En imagen y sonido está ese testimonio para verlo y escucharlo:

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Eduardo Pironio cardenal

Eduardo Francisco Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, República Argentina.

Fue Cardenal obispo de la Iglesia católica titular de la sede suburbicaria de Sabina-Poggio Mirteto, es el sexto argentino agregado al Colegio cardenalicio, y el primer latinoamericano que desempeñó un cargo en la Curia Romana al momento de su creación cardenalicia.

Como Teólogo fue uno de los grandes impulsores de la teología latinoamericana basada en la doctrina social de la iglesia opuesta a la llamada teología de la liberación y al marxismo.

Fue cardenal prefecto de Vida Consagrada (1974 – 1984) y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos (1984 -1996). Asistió al Concilio Vaticano II, y a los cónclaves de 1978.

INFANCIA

Eduardo Pironio es el hijo numero veintidós de Giuseppe Pironio y Enrica Rosa Buttazzoni,  emigrados a la Argentina ya como matrimonio desde la región de Friuli, Italia en 1898.

Era una familia numerosa y profundamente católica. Su madre “Enriqueta” recibió las gracias la Virgen de Luján, a su mediación se debe su  curación milagrosa. Su padre “José” falleció de una apendicitis cuando Eduardo tenía apenas ocho años.

SACERDOTE

Su vocación religiosa fue incentivada por su madre, y a los 18 años ingresó al seminario San José de La Plata, 5 años después con 23 años recién cumplidos es ordenado sacerdote.

El 5 de diciembre de 1943 fue ordenado presbítero en la Basílica de Nuestra Señora de Luján por Monseñor Anunciado Serafini .

Es nombrado profesor de Literatura, latín, Filosofía y Teología sucesivamente en el Seminario Pío XII de Mercedes donde se dedica a la formación del clero durante 15 años.

FORMACIÓN EN ROMA

Entre 1953-1955, estudia en Roma, donde obtiene la licenciatura en teología por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum). Su Tesis versa sobre La Paternidad Divina en los escritos de Dom Columba Marmion.

A su regreso de Europa sigue como formador en los seminarios de Mercedes y La

Plata, hasta su nombramiento como Vicario General. El 8 de diciembre de 1958, Pironio fundó el Instituto Secular «Misioneras de Jesucristo Sacerdote» en la localidad de Mercedes (provincia de Buenos Aires), con la consagración de las tres primeras Misioneras.

Durante la década de 1950 aparecen sus primeros escritos en la Revista de Teología del Seminario de La Plata y en la revista Notas de Pastoral Jocista, órgano de la JOC; Juventud Obrera de Acción Católica en la Argentina.

Sigue la guía pastoral del Padre Manuel Moledo, quien lo guía en su formación universitaria y en la dedicación al movimiento Acción Católica. Desde sus primeros años como sacerdote acompaña como asesor eclesiástico numerosos grupos de Acción Católica.

En 1958 Monseñor Serafini lo designa Vicario general de la diócesis de Mercedes y se desempeña como Profesor de Teología en la recientemente fundada Universidad Católica Argentina.

RECTOR DEL SEMINARIO DE BUENOS AIRES

En 1960 el Card. Caggiano, Arzobispo de Buenos Aires,  lo nombra rector del Seminario Metropolitano de Villa Devoto, asume el cargo como el primer rector del clero diocesano después de la dirección de los padres jesuitas.

En 1963 es designado Visitador Apostólico de las universidades católicas argentinas.

Fue Decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires.

“La posibilidad de la Alegría supone una visión cristiana del dolor y una aceptación positiva de la fecundidad de la cruz. No es simplemente la resignación pasiva ante el sufrimiento. Es la seguridad divina de que nuestra tristeza se convertirá en Alegría”. Eduardo Pironio.

“El hombre triste en un hombre replegado, no vive para los demás. Lo doloroso es que no siente que Dios vive para él”. Eduardo Pironio

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