Un hecho incomodo vivo una pareja que debió concurrir a tribunales a Mercedes llevado por la fuerza pública. Su impunidad le hacía creer que ‘era intocable’.
En cuatro oportunidades fue citado y nunca respondió a los llamados de la justicia. En la primera de ellas, hace un año, en lugar de viajar a Mercedes destruyo una casa- con la ayuda de otras personas- que decía era de él cuando en realidad la había usurpado. ‘Un escupe asados, yo no comeré pero el dueño tampoco’.
La historia es increíble y protagonizada por dos familias. Una víctima y otra victimaria. Todo comenzó cuando un matrimonio Gonzalez decidió hacer una inversión y compro una casa pegada a la suya, que ocupaba Eduardo Marcelo Rodríguez, entrenador de divisiones inferiores de un destaco Club de la Liga Nuevejuliense fútbol y Daiana Judith Viñales. Está en la calle French al 1000, en Barrios Unidos.
Tras esa compra por parte del matrimonio González, los Rodríguez dejaron la vivienda. Pasado ocho meses, intentaron usurparla y ante la frustración arman un escándalo cuando el dueño protegió a su inmueble y evito esa situación. Desde entonces contó la historia a su antojo. Comenzó a decir que González los echo y que se convirtió en el usurpador. Fue ahí cuando Rodríguez-Viñales fueron a un diario, el Canal de TV y una radio y despotricaron contra el dueño real de la propiedad. La Escritura se hizo en enero del 2014, por ante la Escribanía Crosa y tras esa compra, los ocupantes se retiraron de la casa. En esos medios injuriaron y calumniaron al real dueño de la propiedad y a su mujer, docente.
Los González heridos en su honor, gente correcta y de trabajo, iniciaron una acción por daños y perjuicios. La pareja Rodríguez-Viñales, nunca se presentaron a estar a derecho. La justicia los obligo a ir a tribunales por la fuerza publica y ante la ausencia de lugar de detención pasaron varias horas en la Estación de Policía para cumplimentar el pedido de la justicia y en los próximos días se ventilara la historia.
De aquella maniobra de intento de usurpación, ellos denunciaron a González como usurpador (es el dueño real), dijeron que lo había amenazado y contaron una historia que avanzo ya que la UFI 5 nunca quiso saber la verdad e interpreto que González había querido hacer ‘justicia por mano propia’ echando a Rodríguez. Tras varios intentos fallidos para que el fiscal reaccione e investigue, ahora entendió la verdad de lo sucedido. Que Rodríguez se había ido voluntariamente (para hacerlo habría recibido un dinero) e intento 8 meses después ocupar con violencia la casa que sabía no le pertenecía y empezó la investigación.
En tanto, mientras Rodríguez decía ser el dueño, ‘destruyo su casa’ cuando en realidad nadie rompe lo que le pertenece y cuida por ello. En esa conducta se llevó las aberturas y otros elementos de utilidad y los puso en una casa que le dio el gobierno anterior antes de perder en diciembre pasado.
La historia está en los tribunales de Mercedes. Quien dijo ser víctima era el victimario y ahora empieza todo a aclarase.
Agencia MTR