Ultima elección de una larga campaña

Los cambios a la constitución de 1853 con las reformas de 1994, acortó el período presidencial de seis a cuatros años con posibilidad de un segundo mandato e incorporó el ballotage – volver a sufragar – si no se dan determinadas condiciones en la primera vuelta de tal manera que los dos candidatos con mayor cantidad de votos con poca ventaja de sufragios.

Es en el artículo 94 de la Constitución reformada establece que “el Presidente y el Vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el pueblo, en doble vuelta” (la Carta Magna 1853 establecía que lo hacía el Colegio Electoral). El artículo 96 se refiere directamente al ballotage: “La segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre las dos fórmulas de candidatos más votadas, dentro de los treinta días de celebrada la anterior”.

Y el antecedente más reciente fue en 2003 que no se llegó a concretar. La fórmula integrada por Menem y Juan Carlos Romero ganó la primera vuelta por un escuálido 24,45% contra 22,24 de la compuesta por Néstor Kirchner-Daniel Scioli. Es historia reciente y recordada, pero vale ser refrescada. El ex -presidente y gobernado riojano, desistió de ir a la segunda vuelta. “Gané en la primera vuelta y me voy”, anunció desde su provincia.

Por eso hoy, los argentinos por primera vez eligen en una segunda vuelta al Presidente de la Nación. Pasarán los años, y la historia recordará el hecho que se convertirá como más trascendente y se olvidará de cómo gobernó el ganador, salvo excepción que descolle.

Al mismo tiempo, y confórmelos lineamientos que impartan en su gobernabilidad pueden trazar el rumbo de la nueva argentina, la de la transparencia de los actos oficiales, la buena fe alejada de chicanas, y que los políticos comiencen a plasmar acuerdos mirando el futuro con políticas de Estado y dejen en el pasado la prácticas dañinas para un tejido social resentido. Aunque parezca utópico, es posible. Depende de la misma voluntad con que hoy se va  las urnas, para acordar los lineamientos de lo nuevo y trascendente. El pueblo apoyará, ya que lo pide a gritos.