Un hecho propio de novelas perversas o ficción cinematográfica rebuscada, es lo que la realidad puso al desnudo en el marco de una investigación de la Comisaría de la Mujer, en Nueve de Julio.
Un vidente de origen colombiano de 52 años, identificado como Julio Ezequiel Ortíz Dávida, detenido en San Martín, abusó sexualmente durante más de 14 meses, de una niña de 8 años, so pretexto de curarla de parásitos, motivo de la consulta a la que llegó con su madre de 33 años, cuya familia sería originaria de Facundo Quiroga y hace tiempo que vive en la cabecera del distrito.
La menor, tras comenzar a negarse a concurrir a las consultas – y era forzada – ‘ya que lo que le hacían le dolía mucho’ contó lo que vivía a una mujer de su confianza – aparentemente una tía – quien alarmada de la narración llevó el caso a la Comisaría de la Mujer. Lo escuchado por su titular, la Sub-Comisario Erika Figueroa, la movilizó en forma inmediata tras consultas a sus superiores y dar cuenta a la justicia, a impulsar una investigación que sigue con hermetismo, propio de las circunstancias del caso, pero que incluyó un allanamiento en Buenos Aires y logró que el ‘mano santa’ fuese detenido en Carlos Casares, a donde también asistía con su mensaje y prácticas del arte de curar.
El acusado que siempre negó los hechos y solo afirmó ser ‘vidente’ y ese don lo llevaba a dictaminar en consultas, atendía en San Juan casi Eva Perón. A su consultorio asistían familias de buen vivir de la ciudad y algunas de las zonas rurales. (No se descarta que haya más casos si bien uno, llegó a la verdad de lo que sucedía).
Tras esa primera confesión a esa mujer de su confianza -su tía -, la niña se abrió con gran parte de su historia vivida, al médico de policía cuando fue en consulta para, tras el interrogatorio y revisación, llevar adelante el informe como forense. Allí le contó, que a esas prácticas donde se tenía que desnudar y lo que le hacían ‘la hacía doler mucho’, estaba presente la madre, quien también está detenida – en Henderson – en el marco de la misma investigación.
El tercer relato, coincidente con los anteriores y más explicativo fue en ‘cámara gesell’, la manera de que los menores cuenten, en sede judicial a través del juego, sus vivencias. Esta pericia es testimonial, significa que no puede ser repetida porque no se puede victimizar al chico, y por ello es grabada y filmada. La acción es guiada por un profesional psicólogo.
La causa está caratulada como ‘Abuso Sexual Gravemente Ultrajante para la víctima por las circunstancias de su realización y su duración en el tiempo en concurso real con el delito de ejercicio ilegal de un arte de curar’, se ventila en los Tribunales de Mercedes, quien tiene a resolver, un pedido del Profesor Ezequiel – identidad en la consulta- de arresto domiciliario, tiene en su expediente los resultados de un allanamiento en la casa del imputado en Buenos Aires donde los policías fueron recibidos por su esposa embarazada.
A todo esto la madre, al referirse al hecho, no solo defendió al ‘vidente’ sino que dijo que ante un desarrollo sexual anticipado de su hija, un médico de Facundo Quiroga que vive en la ciudad y casi no ejerce por su trascendente rol social como político, la había medicado. Nada pudo se acreditado. Sigue presa.