miércoles, abril 24, 2024
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Diabetes: una enfermedad que se puede prevenir

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La Organización Mundial de la Salud afirma que la diabetes ya es una epidemia; afecta a 246 millones de personas en el mundo y alcanzará a 380 millones en 2025. Por primera vez en la historia, una enfermedad no infecciosa se considera una grave amenaza para la salud mundial, al igual que epidemias como el vih/sida. Los datos más recientes de nuestro país, afirman que el 9,6% de la población padece Diabetes

Por su parte, un informe de la Federación Internacional de Diabetes indica que cada diez segundos, una persona muere por causas vinculadas con la enfermedad y  aproximadamente un 80% de las muertes se registran en países de ingresos bajos o medios.

Se estima, además, que la mitad de los afectados desconocen su situación por padecerla en un grado leve y que cerca del 40 por ciento de las personas obesas sufren diabetes, sin saberlo.  Existen en el mundo, además de los pacientes con diabetes mellitus, una gran cantidad de personas con riesgo de sufrir la enfermedad ya sea por presentar alteraciones de los valores de las glucemias en ayunas o alteraciones de las glucemias luego de una comida sin llegar a valores considerados diabetes llamados intolerantes a la glucosa. Este grupo de personas presentan riesgo de enfermedades cardiovasculares, riesgo de muerte temprana.

Esta patología crónica deriva en que el organismo sea incapaz de usar y almacenar apropiadamente la glucosa, lo que provoca la permanencia en sangre en cantidades superiores a las normales. Esta circunstancia altera, en su conjunto, el metabolismo de los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas. Si no es tratada a tiempo puede causar ceguera, insuficiencia renal, impotencia e infartos, entre otras consecuencias.

Existen varios tipos de diabetes, siendo las más frecuentes la diabetes  Tipo 1 (conocida como diabetes insulinodependiente o de inicio en la infancia), caracterizada por la producción insuficiente de insulina en el páncreas. No se conocen con exactitud las causas, pero tendrían un rol muy importante los factores autoinmunitarios, determinados virus, factores genéticos, etc.

Y la diabetes de Tipo 2 (conocida como diabetes no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) en la cualse el organismo dispone de insulina pero no la utiliza eficazmente. El 90% de los diabéticos del mundo padecen diabetes de Tipo 2 y está estrechamente vinculada al peso corporal excesivo, la alimentación inadecuada y a la inactividad física. Hasta hace poco, este tipo de diabetes sólo se observaba en los adultos, pero ahora también empieza a verse en niños obesos a partir de los 8 a 10 años de edad.

La obesidad aumentó de forma alarmante tanto en los países desarrollados como en desarrollo, constituyendo un problema de salud pública por su la relación directa con enfermedades cardiovasculares. Los datos refieren que es responsable del 28% de las muertes y del 12% de los años potenciales de vida perdidos en la Argentina. Esta situación está dada por los cambios en el estilo de vida siendo la mala alimentación, el sedentarismo, el medio ambiente parte de los factores que influyen. La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo mostró que el 49% de los argentinos tienen sobrepeso y obesidad y que la poca actividad física está presente en el 46% de los encuestados.

El diagnóstico temprano de la diabetes se puede lograr mediante análisis de sangre relativamente baratos, sobre todo en personas que tienen factores de riesgo como: Antecedentes

familiares de diabetes (uno de los padres o hermanos), obesidad, edad superior a 45 años, antecedentes de diabetes gestacional o parto de un bebé con un peso mayor a 4 kg, presión sanguínea alta y niveles altos de triglicéridos y colesterol en la sangre.

Si bien todavía no es posible prevenir la diabetes Tipo 1, se puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes Tipo 2 a través de los cambios de estilos de vida. Se ha demostrado a través de diferentes estudios, que los cambios en el estilo de vida (alcanzar y mantener un peso corporal normal y al menos 30 minutos de actividad física regular, de intensidad moderada, la mayoría de los días) han sido más efectivos que el uso de medicamentos. Sin embargo, la magnitud del problema requiere de políticas públicas que alienten a reducir los niveles de sobrepeso y obesidad, así como la inactividad física. Las decisiones políticas en transporte, diseño urbano, precio de los alimentos y publicidad, convenientemente informadas, pueden jugar un papel importante en disminuir el riesgo poblacional de desarrollar diabetes Tipo 2.

* Médica -Endocrinóloga Universitaria MN 120553 – MP 71084-Hospital Interzonal Julio de Vedia

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