El Bloque de Concejales del Frente para la Victoria -PJ, propone al Intendente que se fije por consenso el destino del dinero que llega en concepto de Fondo Educativo.
Los Ediles Guillermo Rodríguez, Martín Banchero, Alberto Capriroli, María Elena Defunchio, Horacio Delgado y Mariana Pianetti recuerdan que el Fondo de Financiamiento Educativo que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner convirtió en ley 26075, es un logro de la lucha docente que se extendió durante años y que tuvo como estandarte la Carpa Blanca. Se trata de una suma cuantiosa de dinero que desde 2010, la Nación envía a todas las Provincias para que la inversión educativa alcance el 6,5 % del PBI.
Desde el 2013, ese Fondo es transferido en forma directa a los municipios para que Intendentes, concejales y consejeros escolares, acuerden en cada uno de los distritos, destinarlos en áreas de Educación, Ciencia y Tecnología.
Como en 9 de Julio, ese Fondo fue 4,5 millones de pesos en 2013, y sería mayor a 5,5 millones en 2014, propusimos que el Intendente convoque a dicho espacio democrático y participativo, para debatir y acordar el destino de la inversión del Fondo. Y sugerimos que con el mismo se prioricen carencias en materia de infraestructura edilicia, becas, comedores, capacitación, transporte, y demás que hacen a las necesidades de la educación.
Pero Battistella, pese a las grandilocuentes palabras que emplea a raudales como diálogo, consenso y democracia, y a la simulada pasión por la educación pública y la cultura popular, ignoró la iniciativa y en lugar de buscar fortalecerla, despilfarra el millonario Fondo Educativo en estructuras burocráticas que usa para pagar salarios a afiliados y amigos, en dar becas sin ninguna intervención de quienes saben de exclusión educativa, en cuestiones que debe atender con fondos propios, y en concretar añejas promesas, incumplidas por haber desviado los fondos recibidos para ello.
Por lo expuesto, resulta oportunista la postura de los concejales de la UCR que piden informe sobre problemas ciertos en los comedores escolares, en lugar de promover de modo democrático y participativo, la inversión del Fondo Educativo.