Preocupa al radicalismo la futura mesa de conducción del Concejo Deliberante. En las últimas horas ha comenzado a moverse en busca de alianzas para que el próximo presidente del Legislativo municipal no sea justicialista.
Desde hace 30 años, cuando se restableció la democracia, el centenario partido propuso una pauta que se respetó hasta este momento. La consigna es que, quien gana la mayoría de votos, preside el cuerpo legislativo. Lo mismo para la mayor cantidad de representantes del pueblo. Esa modalidad se respeta, tanto en el Congreso de la Nación como en la Legislatura bonaerense y los Concejos Deliberantes.
De seguir ese principio la mesa de conducción debe estar en manos del Frente para la Victoria y el PRO, los partidos que ganaron bancas hace una semana, además de votos. El oficialismo, no solo perdió un escaño, sino que el GEN nace como bloque propio desde el 10 de diciembre.
Ante este cuadro comenzó a buscar alianzas estratégicas para que el Presidencia no salga de sus manos. Hasta el momento no encontró resultados positivos.
Unión Celeste y Blanco, se quedó con Raúl Barbato como único representante y carece de fuerza en el reciento.
Por su parte, el PRO, ha reiterado hasta el hartazgo que las mayorías deben ser respetadas y las minorías acompañar. Una de las características que hizo crecer en la población su caudal de votos es que hacen cumplimiento estricto de su palabra. Además, los jóvenes que lo integran simbolizan un estilo de lo que ellos aspiran desde la política, que es el respeto de los vecinos que los votaron y lo hicieron por otras fuerzas. Ante este cuadro, se le hace difícil al oficialismo tentar al PRO a una alianza o acuerdo toda vez que tienen el no de antemano por las razones explicitadas. Es de pensar, que este grupo que todas las decisiones las toma por consenso, modifique ese criterio. Se desmoronaría toda su prédica, y caería en las prácticas de la vieja política a las querechazan.
A todo esto, sumar a Marianela López en la discusión, más allá que sea parte de una alianza transitoria como la del Frente Progresista Cívico y Social, entienden que es darle fuerza y entidad suficiente, la que no es conteste con el desaire y disfracto que le imprimieron cuando estaba en sus filas, por lo que la obligaron a su alejamiento. Además, la nativa de Patricios ha señalado públicamente que trabajará para hacer crecer a su espacio, GEN, con su propia gente.
Quedan cuarenta días para encontrar caminos, los que se le dificultan al oficialismo distrital porque les pesa el principio que ellos, hace 30 años, impusieron como regla imperiosa y defendieron con “uñas y dientes”; y ahora, tras ese público reconocimiento hace horas, a aquel hecho histórico, tener que modificarlo, al que de no aceptar que perdieron la mayoría propia con sello UCR, es como “traicionar a la madre”. En política hay abandonos de posturas, desplazamientos de corrientes internas, fuga de dirigentes a otros partidos, pero “la madre sigue siendo intocable”…. Además, conforme la estrategia, puede sumar más descrédito y seguir perdiendo votos.
Agencia MTR