La situación del consumo excesivo de sustancias en Argentina es alarmante y ha empeorado en los últimos dos años, afectando a todos los sectores socioeconómicos, aunque los barrios más vulnerables de las grandes ciudades están particularmente expuestos. Según la Encuesta Nacional de Consumos y Prácticas de Cuidado (ENCoPraC), el 82,6% de la población percibe un incremento en el consumo en los últimos dos años y el 80,1% considera que seguirá aumentando.
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires expresó su preocupación por el congelamiento del presupuesto destinado a políticas de prevención y tratamiento para 2025, lo que implica un fuerte recorte en términos reales. A mitad de año, ya se ha ejecutado más del 72% de los recursos presupuestados, lo que anticipa serias dificultades para sostener programas clave durante el segundo semestre.
El 26 de junio se conmemora este día, y la Defensoría subrayó que el desfinanciamiento tendrá efectos devastadores a mediano y largo plazo. La entidad enfatizó que lo que está en juego no es solo una partida presupuestaria, sino el derecho de las personas con consumos problemáticos a recibir atención digna y el derecho de las familias a no sentirse solas frente a esta problemática compleja.
El consumo problemático de sustancias no solo deteriora la calidad de vida de quienes padecen conductas adictivas, sino también de sus familias. Unos 3 millones de personas mueren al año en el mundo debido a esta cuestión sanitaria. El consumo de alcohol es particularmente preocupante, ya que 2,6 millones de personas fallecen anualmente debido a su vinculación con la bebida.
Agencia MTR