En una extensa sesión de más de siete horas, el Senado de la Nación rechazó este martes el proyecto de Ley de Ficha Limpia. La iniciativa obtuvo 36 votos afirmativos y 35 negativos, quedando a tan solo un voto de alcanzar la mayoría agravada de 37 votos requeridos para su aprobación definitiva. No hubo abstenciones.
El proyecto proponía modificar la Ley Orgánica de los Partidos Políticos con el objetivo de prohibir que personas con condenas judiciales en segunda instancia por delitos vinculados a la administración pública —como corrupción, malversación o abuso de poder— puedan presentarse como candidatas en elecciones nacionales.
La vicepresidenta Victoria Villarruel presidió la sesión en su rol de titular del Senado. El proyecto ya había sido aprobado en la Cámara de Diputados, pero al tratarse de una reforma que impacta en derechos políticos, requería una mayoría calificada en la Cámara Alta para ser convertido en ley.
Actualmente, existen legislaciones similares en varias provincias del país, como Mendoza, Salta y Jujuy. Sin embargo, la Ley de Ficha Limpia buscaba establecer un estándar nacional que unifique los criterios de idoneidad y transparencia para cargos electivos.
El resultado de la votación generó repercusiones inmediatas tanto dentro como fuera del recinto, con voces a favor y en contra de la iniciativa. Desde sectores opositores lamentaron el rechazo del proyecto, mientras que oficialistas y aliados argumentaron que la propuesta podría vulnerar el principio de inocencia.
La votación se da en un contexto de creciente demanda social por una mayor transparencia en la política, y el rechazo de la ley representa un revés para las organizaciones civiles que impulsaban su aprobación. La discusión sobre la inhabilitación de candidatos condenados judicialmente continúa, y se anticipa que el tema volverá a ser debatido en futuras sesiones legislativas.