En diálogo con el programa Despertate por Cadena Nueve y Máxima 89.9, Agosto Pacci compartió la experiencia de la cooperativa de trabajo TACU, un proyecto que desde Capilla del Monte (Córdoba) apuesta a una producción alimentaria diferente: saludable, respetuosa del entorno y basada en ingredientes nativos.
“TACU junta dos particularidades: lo agroecológico y lo libre de gluten”, explicó Pacci, al detallar cómo trabajan con productores locales para transformar granos y frutos nativos como algarrobo, mistol, maíz criollo, garbanzo y arroz yamaní en harinas y productos aptos para personas con intolerancia al gluten.
El objetivo, destacó, es ofrecer alimentos sin procesados industriales, sin químicos, y con trazabilidad completa. “Sabemos que la alimentación hoy es un tema central. Queremos brindar una alternativa que cuide la salud y respete a la tierra”, señaló.
Un nombre con raíces profundas
El nombre “TACU” no fue elegido al azar. “Tacu es una palabra originaria que hace referencia al algarrobo, no solo como árbol sino como ‘el árbol’ para los pueblos originarios, una especie madre que alimenta y protege”, explicó Pacci.
La cooperativa fue fundada por referentes locales como Omar Grillo, Alejandra Frassati (actual presidenta) y el padre de Agosto. “Yo me sumé poco después de su creación, pero siempre estuve cerca del proyecto, porque es parte de mi historia familiar”, contó.
Producción artesanal, distribución nacional
La cooperativa elabora todos sus productos en su galpón de Capilla del Monte, donde recientemente lograron obtener la habilitación municipal para poder vender al público. El proceso es completamente artesanal, aunque con pasos hacia la profesionalización.
“Compramos la materia prima directamente a productores agroecológicos de la región. En nuestro espacio realizamos la molienda de los granos, el secado de la sal, el empaquetado y etiquetado. Todo el proceso está en nuestras manos”, detalló.
Gracias a esta organización, TACU ha podido expandir sus productos a distintos puntos del país: Córdoba capital, Mendoza, Rosario, Buenos Aires, Santa Fe, entre otros destinos. “Vendemos mucho hacia afuera de Capilla del Monte. Incluso a veces más que dentro de la localidad”, agregó.
Una comunidad en crecimiento
Además de cuidar cada detalle del proceso, la cooperativa comparte recetas, usos y recomendaciones a través de su cuenta de Instagram, donde también se pueden realizar pedidos. “Hay mucha gente que no sabe cómo usar una harina de garbanzo o de arroz yamaní. Queremos acompañar también desde ese lugar, educativo”, dijo Pacci.
Con pasión, compromiso y una clara conciencia ambiental, TACU sigue creciendo como una propuesta alternativa y sustentable en el mundo de la alimentación.
“Todo lo que hacemos lo seguimos de cerca. Y eso habla de la calidad del producto. No queremos ser industriales, pero sí profesionales sin dejar de ser artesanales”, concluyó.