miércoles, junio 25, 2025
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Jose Raúl Rizzo: “No se puede hacer cualquier cosa con Vialidad”

El referente de la Asociación de Profesionales del organismo nacional resaltó el deterioro de la red vial nacional, la paralización de obras, crisis presupuestaria y movilización de trabajadores

La Dirección Nacional de Vialidad (DNV), organismo responsable de gestionar una red de más de 40.000 kilómetros de rutas en todo el país, atraviesa una parálisis sin precedentes. Ante la falta de obras, recortes presupuestarios y versiones sobre posibles reformas estructurales, los trabajadores y profesionales de Vialidad Nacional salieron a visibilizar la gravedad de la situación. Este miércoles se movilizaron en distintos puntos del país, alertando sobre las consecuencias de la inacción oficial.

En diálogo en ‘Despertate’ programa que cumple 4501 emisiones, de Cadena Nueve y Máxima 89.9, José Raúl Rizzo, integrante de la Asociación de Profesionales de Vialidad Nacional, explicó el contenido de los recientes comunicados emitidos por la entidad, que buscan informar a la ciudadanía sobre el funcionamiento del organismo y expresar la profunda preocupación ante la falta de definiciones políticas y técnicas.

“Vialidad está literalmente parada. Lo que pretendemos es visibilizar para qué se necesita Vialidad y por qué es clave para el país. Hoy no se están ejecutando obras, y no hay ninguna señal del Estado nacional sobre qué va a pasar con los 40 mil kilómetros de rutas que tenemos bajo nuestra responsabilidad”, advirtió Rizzo.

Una crisis que va más allá del asfalto

La situación no es sólo presupuestaria. Circulan versiones sobre posibles fusiones del organismo con otras áreas, su conversión en secretaría o incluso la derogación de la Ley 5052, la histórica norma que dio origen a Vialidad Nacional. “Es una barbaridad tras otra. No se puede improvisar con algo tan estratégico como las rutas del país”, enfatizó Rizzo.

Desde la Asociación remarcan que las obras viales no son un gasto, sino una inversión. “Tenemos un capital impresionante en rutas nacionales que hay que cuidar como se cuida una casa. Si no se mantiene, se deteriora, y después es muchísimo más costoso ponerlas en condiciones”, explicó el profesional.

¿Dónde está el dinero del combustible?

Uno de los ejes de la discusión es el destino del impuesto a los combustibles. Cada litro de nafta o gasoil que se carga en una estación de servicio genera ingresos que deberían destinarse a obras viales a través de un fideicomiso. Sin embargo, la asignación de estos fondos está en disputa.

“En los primeros cinco meses del año se recaudaron 900 millones de dólares por ese impuesto. A Vialidad le corresponderían alrededor de 190 millones. Sin embargo, sólo se asignaron 18 millones de dólares, menos del 10%”, denunció Rizzo.

El reciente decreto de distribución de partidas del gobierno nacional confirmó esa cifra: apenas 17.700 millones de pesos para un organismo que debe mantener la red vial más extensa del país. “Eso equivale a unos 400 dólares por kilómetro. No alcanza ni para una tonelada de granos. Con ese dinero no se puede hacer nada”, lamentó.

La puja con los gobernadores

Ante los recortes nacionales, varios gobernadores reclamaron un mayor porcentaje de los fondos del impuesto a los combustibles. Buscan pasar de recibir el 10% actual a un 58%. Rizzo fue crítico con ese pedido:

“Nadie dice para qué lo quieren usar. Si fuera para rutas provinciales, salud o educación, sería otra discusión. Pero si es sin destino específico, es solo caja política. Y eso no resuelve los problemas estructurales del país”.

El “modelo chileno” y la necesidad de planificación a largo plazo

El gobierno ha mencionado su intención de avanzar hacia un “modelo chileno” de gestión vial. Según Rizzo, esa comparación no tiene sustento técnico: “Hacen lo mismo que nosotros, con nombres diferentes. Incluso en Chile hay menos rutas concesionadas que en Argentina, y el Estado sigue financiando parte de las concesiones”.

La clave, afirman los profesionales, no está en importar modelos sino en pensar estratégicamente. “Necesitamos una planificación de largo plazo. En otros países, como España, se hicieron planes de 20 años y hoy tienen rutas impecables. Acá seguimos tapando agujeros mes a mes”, concluyó.

Las rutas, espejo de un país en pausa

Mientras tanto, las consecuencias son tangibles. Tramos peligrosos, banquinas descalzadas y falta de señalización ponen en riesgo la vida de miles de conductores. En medio del abandono, los profesionales de Vialidad insisten en que no se trata de un reclamo corporativo, sino de una advertencia técnica.

“Defendemos un servicio esencial. Las rutas no distinguen entre gobiernos o ideologías. Son parte del tejido productivo y social del país”, resumió Rizzo.

Y cerró con una advertencia clara: “Con Vialidad no se puede hacer cualquier cosa. Si seguimos en esta lógica de inacción, el costo lo pagaremos todos”.

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