La tensión internacional no da tregua. El conflicto entre Irán e Israel ha alcanzado en los últimos días niveles alarmantes, involucrando a potencias globales como Estados Unidos, Rusia y China, y generando un estado de incertidumbre permanente. Así lo afirmó la analista internacional Erika Golia, quien analizó la coyuntura en diálogo con Gustavo Tinetti en Despertate por cadena Nueve y Máxima, junto en el día que se cumplen 4.500 emisiones.
“Washington ya habla de una ‘guerra de 12 días’, pero la situación cambia minuto a minuto”, expresó Golia. Según detalló, recientemente se había anunciado un alto al fuego, pero la decisión fue rápidamente descartada tras declaraciones de Irán, que insiste en su derecho a la defensa. “Si me atacan, tengo que defenderme”, habrían sido las palabras del gobierno Iraní.
La escalada se profundizó luego de que Estados Unidos, sin pasar por el Congreso, atacara tres instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado. La decisión, firmada por el expresidente Donald Trump, despertó críticas tanto internas como externas y reactivó temores sobre el riesgo de una nueva guerra a escala global. Según Golia, “la ofensiva fue una muestra de fuerza, pero no estuvo debidamente medida y puede tener consecuencias económicas y geopolíticas graves”.
En respuesta, Irán bloqueó un estrecho estratégico entre Omán e Irán, por donde circula un alto porcentaje del comercio petrolero mundial. China, receptor del 38% del crudo que pasa por esa vía, instó a mantener abiertos los canales de comunicación con Teherán. Mientras tanto, Rusia mantiene contactos diplomáticos con líderes iraníes, aunque sin brindar, hasta ahora, apoyo militar explícito.
Consultada sobre el rol de las Naciones Unidas, Golia indicó que “los principios de resolución pacífica están sobre la mesa, pero lamentablemente lo que prima hoy son los ataques y el uso de la fuerza”.
El papa León XIV también intervino, pidiendo por el diálogo y recordando el rol de la Iglesia como mediadora en conflictos recientes, como en Ucrania. Europa, por su parte, observa el conflicto con cautela y preocupación por la inestabilidad en Medio Oriente y su potencial impacto migratorio y económico.
La mirada argentina
En este marco, la política exterior argentina se alinea firmemente con Estados Unidos e Israel, tal como lo ha expresado públicamente el presidente argentino. En declaraciones recientes, no sólo reafirmó el apoyo a Israel, sino que celebró la decisión de Trump de atacar las instalaciones nucleares iraníes.
“Argentina mantiene una postura de no intervención directa en conflictos armados, pero su política de acercamiento y respaldo a Israel es clara”, explicó Golia. No obstante, recordó los antecedentes de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA en la década del ’90, cuando también se había expresado un fuerte alineamiento con Israel. “Es un antecedente histórico muy presente en estos días”, alertó.
Además, destacó que el actual presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, recibió amenazas recientes, y varias instituciones judías en el país han reforzado sus medidas de seguridad.
En Estados Unidos también se han registrado manifestaciones en contra de la ofensiva ordenada por Trump, especialmente por haberse realizado sin autorización legislativa, algo que tradicionalmente ha sido parte de las normas institucionales norteamericanas.
“Estamos en un momento donde todo puede cambiar de un minuto a otro”, concluyó Golia. “El desafío de la comunidad internacional es evitar que esta escalada derive en una crisis económica global o incluso en un conflicto bélico de escala mundial”.
Agencia MTR