Guadalupe D’Acunto, Directora de Bromatología del Municipio de Nueve de Julio, fue entrevistada por el periodista Gustavo Tinetti en el programa Despertate (Cadena Nueve y Máxima 89.9), donde compartió información vital sobre la triquinosis, la campaña de prevención activa en el distrito y el impulso a las prácticas alimenticias seguras en el marco del inicio de la temporada invernal.
“Este es un trabajo de todos los días, como cuando uno les recuerda a sus hijos las mismas cosas cotidianamente. A la larga, esas acciones se convierten en políticas instaladas”, explicó D’Acunto al referirse al desafío de generar conciencia sobre enfermedades zoonóticas como la triquinosis, que se transmite del cerdo o el jabalí al ser humano a través del consumo de carne infectada.
Triquinosis: enfermedad silenciosa, consecuencias graves
D’Acunto destacó que la triquinosis es una enfermedad potencialmente mortal que muchas veces no presenta síntomas en los animales infectados. “El cerdo puede parecer completamente sano, pero tener larvas del parásito. Por eso insistimos tanto en hacer los análisis antes de consumir cualquier producto casero”, señaló.
La Dirección de Bromatología recibe muestras para análisis todos los miércoles hasta las 17:00. El análisis, mediante digestión enzimática, permite detectar la presencia de Trichinella y garantizar que los embutidos, chacinados o carne faenada puedan ser consumidos con seguridad.
En caso de no haber podido entregar la muestra a tiempo, la funcionaria recomendó: “Guardarla refrigerada —no congelada— y traerla en los días siguientes. Mejor desechar el producto si da positivo que arriesgar la salud de una familia entera”.
El rol de la comunidad rural y los cazadores deportivos
D’Acunto también hizo referencia al rol clave de los vecinos rurales y cazadores, especialmente en esta época del año, donde aumentan las faenas familiares. “Nos alegra ver que cada vez más cazadores deportivos, en especial quienes cazan jabalíes o pumas, traen sus muestras. Eso refleja una mayor responsabilidad y entendimiento del riesgo que representa esta enfermedad”, subrayó.
Educación, ordenanzas y rescate de saberes tradicionales
Durante la entrevista, se abordó también el vínculo entre las prácticas tradicionales de conservación de alimentos y el trabajo del área de Bromatología para sostener y fomentar la producción artesanal. “En los últimos años actualizamos una ordenanza que habilita a pequeños productores a trabajar bajo ciertas condiciones sanitarias y con control municipal. Así, productos como mermeladas caseras o chacinados pueden comercializarse en ferias o comercios locales”, explicó.
Además, destacó que muchos productores comenzaron en cocinas familiares y hoy tienen habilitaciones provinciales (PUPAs) que les permiten vender en otros partidos bonaerenses. “El secreto está en capacitar, fomentar y acompañar”, dijo.
Manipulación de alimentos: cursos con cupos llenos
Finalmente, D’Acunto informó que la Dirección ya completó los cupos para la próxima jornada de manipulación segura de alimentos, prevista para el 19 de mayo. “Tuvimos una excelente respuesta. Los cursos se completan rápidamente. Incluso las empresas están enviando turnadamente a su personal a capacitarse”, detalló.
La Dirección también lleva estos cursos a las localidades del interior del distrito, como La Niña, Patricios o Dennehy, para garantizar que todos los comerciantes y manipuladores puedan acceder a la formación.
La entrevista cerró con una reflexión en común: la faena hogareña, la producción artesanal y el consumo de alimentos seguros pueden convivir si se trabaja con responsabilidad. “Son tradiciones que vienen de nuestros abuelos, que sabían sin tener laboratorios qué condiciones necesitaban los alimentos para conservarse. Hoy tenemos el deber de cuidarlas y actualizarlas con herramientas técnicas”, concluyó D’Acunto.