Las pequeñas y medianas empresas (PyME) en Argentina vivieron un mes de abril con luces y sombras en términos de ventas. Según datos recientes, las ventas minoristas del sector aumentaron un 3,7% interanual a precios constantes, lo que refleja una ligera reactivación en comparación con el mismo mes de 2024. Sin embargo, en la comparación mensual desestacionalizada, se registró una caída del 1,8%, lo que revela una desaceleración en el ritmo de crecimiento del sector.
A pesar de este retroceso mensual, el acumulado de ventas en el primer cuatrimestre de 2025 muestra un aumento significativo del 14,9%, destacando una tendencia positiva en el largo plazo, aunque aún marcada por las fluctuaciones estacionales.
En cuanto a las expectativas de los empresarios, las dificultades económicas continúan siendo un tema central. Un 86,7% de los encuestados manifestó que la principal medida que el Gobierno debería implementar para aliviar la carga fiscal de las PyME es una reducción impositiva, seguida por políticas para fomentar la demanda interna. Este panorama refleja la necesidad urgente de un apoyo directo para el sector, que sigue lidiando con altos costos operativos, impuestos elevados y alquileres cada vez más onerosos.
El contexto del mercado
El comercio en abril se mantuvo estable, pero con márgenes muy ajustados, debido principalmente al alto costo de los servicios y la inflación que limita el poder adquisitivo de los consumidores. Muchos comercios, en especial los de productos no esenciales, tuvieron que adaptarse a un escenario en el que las ventas se restringieron a lo indispensable.
A pesar de estos desafíos, algunos rubros lograron destacarse con un crecimiento interanual considerable. La perfumería fue el sector con el mayor aumento, con un 9,1%, seguida por alimentos y bebidas, que experimentaron un alza del 6,3%. En cuanto al acumulado anual, alimentos y bebidas se mantiene como el rubro con mayor expansión, con un 19,8%.
Medidas y expectativas para el futuro
Para afrontar los costos, muchos comerciantes adoptaron medidas de diversificación de productos y reducción de gastos operativos. No obstante, más allá de estas estrategias, la gran mayoría coincide en que las soluciones a corto plazo deben provenir del Estado, particularmente en lo que respecta a la reducción de impuestos y a políticas que estimulen el consumo interno.
Pese a las dificultades del contexto, la mayoría de los empresarios mantiene una postura optimista. El 56,7% espera una mejora en la situación de su empresa de cara al próximo año, con sectores como textil e indumentaria (63,2%) y farmacia (58,2%) liderando las expectativas más positivas.
Aunque la incertidumbre persiste, las PyME apuestan a una recuperación gradual en el segundo semestre de 2025, siempre y cuando se tomen medidas efectivas para aliviar la carga fiscal y estimular el consumo.