Uno de los grandes placeres de la vida es reír y si es a carcajadas, mejor.
Más allá de ser una expresión espontánea de alegría, la risa es una herramienta terapéutica con efectos positivos en nuestro cuerpo y mente.
Por ello, cada primer domingo de mayo se celebra el Día Mundial de la Risa, una fecha impulsada desde 1998 por el doctor Madan Kataria, creador del movimiento Yoga de la Risa, quien propuso este día para difundir los beneficios de reír y su impacto en la paz y la salud global.
La risa es mucho más que una expresión emocional: es una compleja respuesta psicofisiológica.
Desde el punto de vista neurológico, se origina en la corteza prefrontal del cerebro, el área relacionada con la creatividad, la ética y la planificación. Cuando reímos, se desencadenan contracciones enérgicas del diafragma, se movilizan más de 400 músculos —incluso algunos que solo se ejercitan con la risa—, y se producen vocalizaciones que resuenan en cavidades como la faringe y el paladar.
A nivel físico, reír incrementa la frecuencia cardíaca, oxigena mejor los tejidos y fortalece el sistema inmune al generar mayores cantidades de anticuerpos. También se libera un cóctel de hormonas del bienestar como endorfinas, serotonina y dopamina, que ayudan a combatir la ansiedad, el dolor y la depresión.
Reír es salud: beneficios comprobados
La ciencia ha demostrado que la risa, además de ser gratuita, es una poderosa aliada del bienestar. Entre sus principales efectos positivos destacan:
Reduce la presión arterial y mejora la circulación.
Oxigena el cuerpo más que una respiración normal.
Fortalece el sistema inmunológico, aumentando defensas naturales.
Libera tensiones musculares y emocionales.
Favorece la salud mental, al combatir estados de estrés y ansiedad.
Mejora las relaciones interpersonales, al estimular zonas del cerebro vinculadas a la empatía y la conexión social.
Terapias basadas en la risa: más allá del humor
Inspirados por estos beneficios, han surgido diversas formas de terapia complementaria que utilizan la risa como canal de sanación. Algunas de las más populares incluyen:
Yoga de la Risa: Técnica desarrollada por el Dr. Kataria que combina ejercicios respiratorios con carcajadas inducidas, generando armonía entre cuerpo y mente. Hoy existen más de 6.000 clubes en 70 países que practican esta disciplina.
Risoterapia o Geloterapia: Método psicoterapéutico que emplea dinámicas de grupo, juegos y estiramientos para liberar emociones y fomentar una actitud positiva. Aunque no cura enfermedades, sí mejora significativamente la salud emocional y física.
Doctor Payaso: También conocidos como payasos de hospital o paya-médicos, utilizan el arte del clown y la risa para acompañar emocionalmente a pacientes, especialmente niños. Surgida en hospitales de Canadá y EE.UU. en los años 80, esta práctica se expandió y se aplica en muchos países, incluida la argentina y el Hospital Julio de Vedia entre otros centros de salud.
Fomentar la risa: un hábito necesario
En un mundo marcado por el estrés y la sobrecarga emocional, reír debe convertirse en una práctica diaria. Para ello, especialistas recomiendan:
Reconocer y cultivar el sentido del humor, incluso en situaciones difíciles.
Relacionarse con personas positivas y entornos alegres.
Practicar la sonrisa frente al espejo, como ejercicio de autoafirmación.
Conectar con el juego y la creatividad, sin importar la edad.
Una risa que une al mundo
Celebrar el Día Mundial de la Risa no es solo una excusa para reír sin motivo, sino una invitación a valorar esta expresión como un recurso universal de sanación y conexión humana.
Tal como lo afirmó Sigmund Freud, reír tiene el poder de liberar al cuerpo de energías negativas.
Y en tiempos de incertidumbre, el simple acto de reír —a solas, en grupo o incluso fingido— puede ser el primer paso hacia una vida más saludable, más plena y más feliz.