Un 15 de junio de 1844, nació Eduardo Wilde. Fue en Tupiza Bolivia, y desde joven se radicó en argentina, donde desplegó una trascendente carrera. En Bruselas – Bélgica – murió en 1913. También un día 15, pero en septiembre.
Fue un médico, periodista, político, diplomático y escritor argentino, uno de los exponentes de la llamada Generación del 80.
Además, fue el fundador de la Escuela Nacional de La Plata, y durante la presidencia de Julio Argentino Roca fue designado Ministro de Justicia, Culto e Instrucción, y bajo su dirección se dictaron dos leyes decisivas de la organización institucional del país: ley de educación laica (inspirada en las recomendaciones de Domingo F. Sarmiento), y ley de matrimonio civil. La misma reformó el Código Civil y rigió hasta la década del ’80.
Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, fundado por Urquiza, donde conoció y se hizo amigo de Julio A. Roca, Olegario Andrade, Victorino de la Plaza y otros; este grupo conformó más tarde una parte esencial de la generación intelectual y literaria de 1880 y de la generación que dirigió la vida política y cultural de la Argentina hasta fin del siglo.
Fue autor de Prometeo y compañía; Aguas abajo; Tiempo perdido y es uno de los escritores más valiosos de la Generación de 1880, de fino humorismo y original temática. Su conmovedor relato Tini (niño atacado por un crup) ha emocionado a varias generaciones.
Los estudios universitarios, desde 1864, los cursó en la Universidad de Buenos Aires donde se recibió de médico en 1870, con una tesis premiada sobre El Hipo.