El papa Juan Pablo II instituyó desde 1993 cada 11 de febrero como Día Mundial del Enfermo.
La recordación tiene como objetivo el de pedir por los enfermos del mundo para que sean bendecidos ellos y las personas que los cuidan.
También se pide por aquellos profesionales encargados de sanar sus heridas y se ofrecerá la unción de enfermos en cada celebración eucarística de este lunes.