jueves, abril 25, 2024
jueves, abril 25, 2024

La ‘Ñ’ sigue vigente tras mil años de su uso

ESE_Ñ_05

Hace más de mil años que se usa la letra ‘ñ’ en la lengua española. Sin embargo entró en el diccionario de la Real Academia hace 214, en 1803.

La ‘ñ’ no entró en el diccionario de la Real Academia Española hasta 1803. Pero el origen de esta letra, genuinamente española, se remonta casi 1.000 años atrás.

Su historia se vincula la forma en que se fueron desgranando antiguas lenguas y conformando las que hoy están en actividad.

El latín tiene amplia influencia en esa construcción.

La ‘Ñ’ no existía en esa lengua-hoy muerta- pero de enorme gravitación para conocer la naturaleza y significado de muchos vocablos.

Es por ello que ante el surgimiento  del castellano, el francés o el italiano, apareció ese que identificamos como “eñe”.

Al no existir en el alfabeto latino, surgió como forma de su reproducción de tres maneras diferentes. Como una doble n –nn-, tales el caso de canna –caña-, anno – año- o donna- doña. También como gn, tales los casos de agus –cordeo- o lignu –leño -. La tercera forma fue como ‘ni’, seguido de vocal. Los ejemplos son vinia- viña- o Hispania- España-.

Así, en un mismo texto podíamos encontrar las tres variaciones fonéticas de la eñe. Para abreviar se comenzó a usar la doble ene (o ene geminada), dejando una sola ene y poniendo una vírgula encima -el sombrerito tan característico de la ñ-. Esto fue una solución para quienes escribían – solían ser monjes – y es por eso que el uso de abreviaturas era muy común en la época.

En la actualidad también se usan abreviaturas en las escrituras de las redes sociales lo que no hay que descartar que den origen a algunos cambios en las o palabras, en igual significado.

eran de las pocas personas que sabían leer y escribir en la Edad Media, y para ahorrar

El uso generalizado de estas tres formas de reproducir el sonido de la eñe en un mismo texto generó una situación caótica, en la que en un mismo texto se podían encontrar las tres variantes -ñ, gn y ni más vocal- sin que hubiese ningún tipo de uniformidad.

Esto fue así hasta que en el siglo XIII, la reforma ortográfica del rey Alfonso X el Sabio, que buscaba establecer las primeras normas del castellano, se decantó por la ñ como la opción preferente para reproducir ese sonido.

Durante el siglo XIV la eñe se extendió en su uso y luego se incluyó en la gramática de 1492, la primera del castellano.

El español y el gallego optaron por la ñ (España) pero cada lengua románica adoptó su propia solución gráfica para el sonido palatal nasal. Así el italiano y el francés se quedaron con la gn (Espagne, Spagna), el portugués con la nh (Espanha) y el catalán con la ny (Espanya).

Tanto la letra ñ como el sonido (o fonema) de la ñ no son exclusivos del español.

Su uso pasó a lenguas aborígenes en América.

Hubo una directiva que, para facilitar a los indígenas el manejo tanto de su lengua como del español, señalaba que debían seguir el sistema del español.

Por un lado se puede decir que (la eñe) fue un préstamo del español y por otro que fue una imposición, ya que la directiva no fue decretada por los mismos indígenas sino por lingüistas o indígenas obedeciendo a un raciocinio pedagógico propuesto por la cultura y política hispana”.

Es de señalar que el español es una de las lenguas más extendidas del mundo.

Según las cifras de este año del Instituto Cervantes, hay casi 472 millones de hispanohablantes nativos en el mundo, lo que sitúa al español como la segunda lengua materna más hablada del mundo, justo después del chino mandarín.

A pesar de esto, la ñ encontró obstáculos en la era digital.

En 1991, la entonces Comunidad Económica Europea propuso comercializar teclados sin la letra ñ, una iniciativa rechazada por políticos e intelectuales hispanohablantes, entre ellos Gabriel García Márquez. 

Todo fue como consecuencia que el inglés es la lengua dominante y no tiene ni esa letra ni ese fonema, y todo lo que no tenga el inglés parece extraño en el mundo, por ello se pretendió su eliminación. Es más surgió ante ello un publicación literario ‘Revista Ñ’ a los fines de su defensa.

Y fue que en 1993 el gobierno español consiguió salvar la ñ acogiéndose al Tratado de Maastricht, uno de los tratados fundacionales de la Unión Europea y que admite excepciones de carácter cultural, aun no podemos usar direcciones de correo electrónico que contengan la eñe.

Porque no es lo mismo Mariño que marino, ni Peña que pena. Que diría el Ministro Marcos si se le sacase la ‘ñ’?.

Lo cierto es que la ‘Ñ’ sigue vigente y en las nuevas maneras de escribir está muy presente, incluido en apodos como el ñato’ Rivas, por citar algún ejemplo.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas noticias