Hace 36 horas Marina Gisella Seijo Sauco alertó a la Policía que su hija de 13 años Yael Analía Robledo había desaparecido, nuevamente, de su casa. Se trata de la menor que con fecha 20 de julio se fugara con su primo de 23, Agustín Robledo y que los encontraran en Rosario una semana después, traída por la policía y restituida a la casa familiar.
Repetida la historia, ahora fue encontrada en una choza en el monte aledaño al cementerio municipal de Nueve de Julio. Yaél estaba con Agustín. El joven al advertir la presencia policial se dio a la fuga en la oscuridad y entre la arboleda.
La adolescente fue llevada a la comisaría y la Unidad Funcional de Instrucción en turno de Mercedes Nº 3, que trabaja con el Servicio Local, se dispuso que la menor sea entregada a la señora Ana María Rodríguez, abuela de corazón y se trabaja para resolver al respecto.
Es de señalar que la ley penal sancionaba al mayor que mantuviera relación sexual con una menor de entre 12 y 15 años, aunque haya consentimiento de esta, es decir, que no hubiese empleado métodos de intimidación y la víctima no estuviera privada de la razón.
Esa figura penal desapreció hace varios años. Con la reforma del entonces art. 120 – estupro- del Código Penal, varió el encuadre – tipificación del hecho – del delito sexual. Desde entonces, la Justicia debe probar que el autor se aprovechó de la inmadurez sexual de la menor de 13 (la ley lo contempla hasta los 16 años), y es la madre quien debe impulsar la denuncia.
Agencia MTR